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MUJERES DE KARAMOJA: LIDERAZGO, EDUCACIÓN Y LA LUCHA POR LA IGUALDAD

Uganda
Grupo Cultural Karama
Fondo Ayni
Grupo Cultural Karama en Karamoja, buscan constantemente formas de financiar diversos proyectos, entre ellos la creación de un centro comunitario donde las mujeres puedan reunirse para compartir conocimientos tradicionales, expresar sus preocupaciones y participar en actividades cotidianas.

Margaret Lomonyang, defensora de los derechos de las Mujeres Indígenas, trabaja con el Grupo Cultural Karama en Karamoja, una subregión ubicada a más de 600 kilómetros al noreste de Kampala, capital de Uganda. Allí, un grupo de mujeres liderado por Margaret busca constantemente formas de financiar diversos proyectos, entre ellos la creación de un centro comunitario donde las mujeres puedan reunirse para compartir conocimientos tradicionales, expresar sus preocupaciones y participar en actividades cotidianas.

Este espacio físico no solo las une, sino que también funciona como un centro de reconocimiento donde se forjan identidades, se cultivan talentos y se construye un sentido de comunidad, con un enfoque en el bien común.


A partir de su experiencia como líder y miembro de una comunidad Indígena, Margaret describe cómo las mujeres han enfrentado históricamente numerosas barreras culturales y sociales, ya que tradicionalmente se les negaba la inclusión, la libre expresión y la participación en la toma de decisiones, lo que las privaba de oportunidades de liderazgo y de acceso a una mejor calidad de vida.

Ante esta realidad, el objetivo central de las iniciativas del Grupo Cultural Karama es promover el liderazgo femenino y la participación activa de las Mujeres Indígenas en la toma de decisiones comunitarias, así como fortalecer su conocimiento sobre sus derechos. Margaret ha dado prioridad a la organización de talleres y espacios de diálogo para erradicar todas las formas de opresión de la mente de estas mujeres y permitirles reconocerse como personas con derecho a participar en reuniones públicas de liderazgo.

A pesar de las barreras culturales que históricamente las han relegado al margen, estas mujeres avanzan hacia la expresión pública de sus opiniones y la ocupación de cargos importantes. Su contribución es fundamental para construir un futuro más equitativo.


Margaret ha sido parte de esta transformación, junto con su equipo. Hoy, además de poder expresar los problemas que enfrentan, estas mujeres representan a sus comunidades y son reconocidas como lideresas, algunas incluso postulándose y siendo electas como concejalas en distintas comunidades de la subregión.

Cultura, tierra y sostenibilidad

En Karamoja, Uganda, la lucha por la tierra está profundamente ligada a la pobreza, el desplazamiento y el abandono sistémico. A pesar de su riqueza mineral, más del 80% de la población vive en pobreza extrema, con acceso limitado a agua, alimentos o educación. Para muchas personas, la tierra pasa a ser una preocupación secundaria frente a necesidades más urgentes. Sin embargo, mediante la acción colectiva, las comunidades están encontrando formas de defender sus derechos y cuidar sus territorios.

«Antes no existía la tierra privada; todo era comunal. Ahora tenemos un centro donde abordamos estos temas porque han venido muchos inversionistas que simplemente se adueñan de las tierras. Tenemos una asociación que defiende los derechos del pueblo»

Margaret Lomonyang

La amenaza constante del desalojo genera un profundo sentimiento de inseguridad. «Puedes decir “esta es nuestra tierra”, y al día siguiente descubres que has sido desplazada, junto con todo lo que tienes, y todas las lágrimas que llorarás», añade.

Esta incertidumbre ha llevado a la comunidad a tomar conciencia, organizarse y exigir atención a las autoridades. Están trabajando en la creación de iniciativas para sensibilizar, de modo que las autoridades aborden estos temas y proporcionen una resolución justa. Esto, junto con su trabajo con ONG y asociaciones de base, representa un paso vital para enfrentar el desafío de mejorar las condiciones de vida en Karamoja.

Educación y liderazgo: pilares del cambio

Lomonyang identifica la falta de educación como una de las principales barreras para el liderazgo y la autonomía de las mujeres del Grupo Cultural Karama. Aunque han aprendido a identificar problemas y visualizar soluciones, sus voces a menudo son ignoradas. Al brindarles acceso a educación y recursos que les permitan desarrollarse y liderar, pueden convertirse en lideresas influyentes en sus comunidades

«Nosotras, las Mujeres Indígenas, no tenemos educación. Ni siquiera sabemos escribir; eso nos vuelve manipulables. Aceptamos cosas sin entenderlas»

explica Margaret.

La educación debe ser un pilar fundamental de este programa. Aunque el financiamiento actual es limitado, es necesario encontrar formas creativas de financiar actividades, incluida la escolarización. Incluso si no llegan a la universidad o a completar sus estudios básicos, el grupo mantiene su compromiso con la promoción continua de la educación para la niñez.

Construyendo un legado

Margaret y las mujeres del Centro Cultural Karama están construyendo un camino hacia la autosuficiencia. Sueñan con una vida que ya no dependa de la ayuda externa, sino que esté enraizada en la sostenibilidad, el conocimiento local y la resiliencia comunitaria.

«Debemos avanzar hacia la sostenibilidad. Sí, la sostenibilidad es clave para nuestra forma de vida»

afirma Margaret.

Han comenzado a cultivar huertos comunitarios, intercambiar semillas indígenas y revivir alimentos tradicionales para nutrir tanto el cuerpo como la cultura. Al mismo tiempo, están aprovechando sus talentos —danza, artesanía, enseñanza— para generar ingresos destinados a las escuelas y actividades culturales.

«Las mujeres pueden trabajar entre sí, generando ingresos para todo el grupo».

Visualizan pequeñas iniciativas como talleres de costura y un sistema de ahorro grupal donde las mujeres puedan acceder a préstamos para cubrir necesidades básicas como las cuotas escolares.

«Podríamos tomar prestado del fondo común, usar el dinero y luego devolverlo para que otras mujeres también puedan beneficiarse».

A través de la responsabilidad compartida y las soluciones impulsadas por la comunidad, no solo están sobreviviendo: están construyendo un legado de fortaleza, creatividad y esperanza.

Vida sostenible y cuidado ambiental

Las Mujeres Indígenas trabajan duro, pero carecen de apoyo. Se las ve cargando leña, recorriendo largas distancias y vendiendo productos por muy poco dinero —a veces apenas un dólar—. No cuentan con una forma de vida sostenible.

“Often, they depend on cutting firewood to survive, which «A menudo dependen de cortar leña para sobrevivir, lo cual destruye el medio ambiente. Esto también afecta al clima, que se ha vuelto más impredecible. Los animales están enfermos y la inseguridad alimentaria afecta profundamente a la comunidad. Por eso es necesario redoblar esfuerzos para proteger el medio ambiente y encontrar formas sostenibles de vivir».

Un objetivo clave es aumentar la participación de las mujeres en el trabajo de la organización para fortalecer el impacto y la sostenibilidad de sus iniciativas. La organización concentra sus esfuerzos en comunidades remotas con condiciones socioeconómicas adversas.

«Una persona indígena vive de la naturaleza, pero la naturaleza está siendo destruida. El cambio climático está causando grandes daños, y debemos actuar con urgencia para enfrentarlo»

exhorta Margaret.

Día Cultural en Karama

El grupo cultural organizó un Día Cultural para fortalecer la identidad colectiva de la región. Esta iniciativa fue fundamental para la comunidad, fomentando la unidad y el progreso colectivo.

«Hemos organizado un Día Cultural en Karamoja para fortalecer nuestra identidad. Este tipo de actividades son esenciales para nuestra comunidad, ya que nos permiten reunirnos y avanzar juntas».

Se ha creado un espacio inclusivo donde las mujeres pueden expresarse libremente, intercambiar conocimientos y colaborar para encontrar soluciones comunes. El evento cultural en Karama no solo ha contribuido a preservar las tradiciones ancestrales, sino que también ha permitido transmitirlas a nuevas generaciones.

Las Mujeres Indígenas han demostrado con esta iniciativa que pueden asumir roles de liderazgo y convertirse en agentes de cambio dentro de sus comunidades. Las participantes han enfatizado que, al unificar sus voces y esfuerzos, pueden enfrentar y superar los desafíos que afectan a sus pueblos.

Agradecimiento a FIMI

El apoyo brindado ha sido esencial para el empoderamiento de las mujeres en su comunidad. Gracias a los fondos y la capacitación recibidos, las mujeres han logrado avances significativos, aunque reconocen que aún queda mucho por hacer. Expresan su esperanza de que este apoyo continúe y que puedan ampliar sus iniciativas para llegar a más mujeres y comunidades necesitadas.

«Quiero agradecer a FIMI por el apoyo brindado; ha sido esencial para empoderar a las mujeres de nuestra comunidad. Gracias a los fondos y la formación, hemos logrado grandes avances, aunque aún hay mucho por hacer».

Maria Napeyok – Concejala de Subcondado LC3

Las mujeres en Karamoja han diversificado sus ingresos vendiendo artesanías y productos agrícolas en los mercados locales, aumentando la autonomía familiar. A pesar de los desafíos económicos, priorizan la educación de sus hijos como clave para romper el ciclo de la pobreza.

El cambio climático, la deforestación y la explotación de recursos han afectado profundamente su territorio. En respuesta, las mujeres promueven prácticas sostenibles como estufas de bajo consumo y preservación de semillas indígenas, fortaleciendo tanto la protección ambiental como la identidad cultural.

Aunque el camino es largo, su acción colectiva —apoyada por aliadas y aliados— continúa creciendo, fortaleciendo el liderazgo de las mujeres y la resiliencia comunitaria.

Logiel Gladys – Oficial de Programas

Estos esfuerzos han superado el ámbito doméstico, reforzando la cohesión social. El Centro de Conocimiento se ha convertido en un espacio de aprendizaje y colaboración, donde las mujeres intercambian experiencias y abordan desafíos comunes.

La reforestación y las prácticas sostenibles de uso de la tierra están ayudando a restaurar el medio ambiente. Al mismo tiempo, las mujeres están involucrando a jóvenes en talleres culturales y ecológicos que preservan tradiciones y fomentan valores de sostenibilidad y autosuficiencia.

A pesar de los recursos limitados, su progreso es visible y continúa creciendo. El reconocimiento externo por parte de organizaciones y líderes locales ha abierto nuevas oportunidades para expandir sus iniciativas a otras comunidades. Un cambio clave ha sido la participación activa de las mujeres en los procesos de toma de decisiones comunitarias —algo que antes era impensable, ahora es una realidad.

Lynn Ivy Achan – Oficial de Monitoreo y Evaluación

Esta creciente participación política está inspirando a otras mujeres a dar un paso adelante. A través de la formación vocacional y el trabajo colectivo, están generando ingresos mientras preservan su herencia cultural.

Su trayectoria es testimonio del poder de la unidad, la persistencia y el aprendizaje compartido —demostrando que el empoderamiento desde las bases puede transformar verdaderamente a las comunidades.

África
Créditos
Coordinación, revisión de contenido y diseño: FIMI.

Coordinación y revisión de contenido Margarita Antonio - Isabel Flota Ayala
Redacción: María Fernanda Núñez Alonzo - Edición: Ellen Jones
Traducción inglés por: Jeremie Jared

Traducción francés por: Elisabeth Roure
Fotografía: Victoire Douniama
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